Los estudiantes que deseen cambiar de familia deberán comunicarlo a la dirección de la escuela, bien directamente o a través de sus padres o la agencia de venta de Francia en el caso de los estudiantes franceses. Una vez hecha la comunicación, la dirección hablará con el estudiante para entender los motivos y hablará también con la familia de acogida para escuchar la versión de ésta. Si el problema es susceptible de resolverse con diálogo, se intentará que el estudiante permanezca en la casa, sino inmediatamente se buscará una familia alternativa o se le trasladará, mientras se resuelve el problema, a una habitación de la residencia, sin el coste extra que supone el servicio de residencia. A la familia se la compensará por el tiempo que el estudiante haya permanecido en la casa o incluso por el periodo inicialmente previsto si la familia no ha tenido responsabilidad en la decisión del estudiante. Si fuera la familia la que pidiera la salida del estudiante por mal comportamiento o incumplimiento de las normas de la casa, el procedimiento de diálogo y escucha se repetiría siempre cuando el estudiante no haya incurrido en malas actitudes o comportamientos, en cuyo caso no se le cambiaría de familia, sino que sería expulsado del programa.